Screen Comunications_Sound Weavings
My experience during and after confinement due to the covid-19 pandemic, included the birth of a new paradigm in my artistic practice. The confinement resulted in repeated debilitating anxiety attacks, insomnia and the worsening of my physical condition which would bring, in march of 2022, a diagnosis of a painful genetic chronic and degenerative disease.
In the mist of it all I had a similar experience as some of my colleagues who experienced a creative blockage. In my case though, I had a blockage to making art as I usually did, using mainly textile techniques and materials. Surprisingly, the drive to make work, as artmaking is a powerful tool for navigating the world and its mishaps, became stronger, but this time in the form of poetry writing, the return to photography and the exploration of sound.
It was partially thanks to the confinement that I became good friends with one of my neighbors who happens to be a musician who had a lot of knowledge about synthesizers. I have had an interest in sound an electronic music as well as in oral history and storytelling for a long time, and thus this became the perfect time to explore these tools. Furthermore, most of the interaction between my neighbor and I, as well as with several other friends happened through our mobile phones in the form of recorded messages and links to videos and music. At one point this all came together in a group of sound works, some made by me alone and others made in collaboration with writer Rosa Pérez Antón, artist Jesus Jeleton and my neighbor and musician Alex Robles.
///
Mi experiencia durante y después del confinamiento por la pandemia del covid-19, incluyó el nacimiento de un nuevo paradigma en mi práctica artística. El encierro resultó en repetidos y debilitantes ataques de ansiedad, en insomnio y el empeoramiento de mi condición física que traería, en marzo de 2022, un diagnóstico de una dolorosa enfermedad genética crónica y degenerativa.
En medio de todo, tuve una experiencia similar a la de algunos de mis colegas que sufrieron un bloqueo creativo. En mi caso, sin embargo, tenía un bloqueo para hacer arte como solía hacerlo, utilizando principalmente técnicas y materiales textiles. Sorprendentemente, el impulso por crear obra, ya que la creación artística es una herramienta poderosa para navegar el mundo y sus percances, se hizo más fuerte, pero esta vez en forma de escritura de poesía, el regreso a la fotografía y la exploración del sonido.
Fue en parte gracias al confinamiento que me hice buena amiga de uno de mis vecinos que resultó ser un músico que tenía muchos conocimientos sobre sintetizadores. He tenido interés por el sonido y la música electrónica, así como por la historia oral y la narración de cuentos desde hace mucho tiempo, así que este se convirtió en el momento ideal para explorar estas herramientas. Además, la mayor parte de la interacción entre mi vecino y yo, así como con varios otros amigos, sucedió a través de nuestros teléfonos móviles en forma de mensajes grabados y enlaces a vídeos, películas y música. En un momento dado todo esto tomó forma en un grupo de obras sonoras, algunas hechas por mí sola y otras hechas en colaboración con la escritora Rosa Pérez Antón, el artista Jesús Jeleton y mi vecino el músico Alex Robles.